jueves, 29 de abril de 2010

Magia portuguesa


Cuentan que Ulises acabó por huir del Mar Mediterráneo hacia el Océano Atlantico y por esos lares fundó una ciudad que hacía honor a su nombre: Olissipo. Con el tiempo esta ciudad se convirtó en lo que hoy conocemos como Lisboa, la capital de nuestros vecinos del oeste.

Lisboa es mítica, sin duda. El colorido de sus barrios, sus tradicionales tranvías, ese olor mitad agua salada, mitad agua dulce, la constante cadencia del fado... Son muchas las cosas que hacen que ésta sea una ciudad mágica.

En Lisboa puedes caminar, puedes respirar, puedes comer muy bien (o no, porque en este viaje he probado lo que es ser un guiri víctima de las ansias hosteleras que te dan gato por liebre), sobre todo si te decantas por uno de sus porductos más típicos: el bacalao. Dicen que en Lisboa conocen hasta 365 maneras diferentes de prepararlo, aunque los platos más comunes que se encuentra uno allí son el bacalao a la dorada, el bacalao con nata y los pasteles de bacalao.

Conocí Lisboa cuando era una adolescente, en un viaje de fin de curso del que guardo muy buenos recuerdos. Pero esta vez era una ciudad diferente, más señorial, más antigua, más de río y menos de mar. Y en este viaje, probé además, cómo sería si uno abre un libro de cuentos, de esos de cuando eras pequeño, y te caes dentro...

Esa experiencia tiene nombre propio: Sintra. De esta villa cercana a la capital portuguesa, destacaría dos cosas: el Castelo dos Mouros (arriba) y el Palácio da Pena (abajo).


Cuando era pequeña, leí acerca de este palacio en un libro de texto y me fascinó, desde entonces quise conocerlo. El príncipe Fernando II de Portugal lo mandó construir en 1836. Se sitúa en una escarpada montaña y mezcla distintos estilos arquitectónicos dándole un aire colosal y fantasioso, como podéis ver en las fotos.

Todo un capricho real, que por suerte hoy podemos conocer todos. Pero a pesar de las ganas que tenía de ver este palacio, no me impreisonó tanto como los parajes que lo rodean.
Nadie me advirtió de lo magnífico del Parque da Pena, así que casi desde el primer momento me sentí como en un estado parecido a lo que algunos llaman síndrome de Stendhal. Tan maravillada estaba que ni siquiera fui capaz de tomar fotografías del paisaje... Mejor, quizá. Prefiero que se conserve en mi memoria mezclado con esa sensación de estar presa en un cuento...


Si alguna vez vais a Lisboa, os recomiendo que conozcáis las maravillas de Sintra. Merece la pena.

martes, 16 de marzo de 2010

La canción de J.A. Goytisolo entre nuestras canciones

Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.

Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.

Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.

Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.

Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.

Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.

Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.

Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.

Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

José Agustín Goytisolo: Palabras para Julia

Pronto se cumplirán once años de la muerte del poeta que en estas palabras para su hija (llamada Julia en recuerdo de su madre, que había fallecido en un bombardeo franquista) nos dejó su canción entre nuestas canciones.


Podéis escuchar la versión musicada en distintas versiones: Paco Ibáñez (amigo de Goytisolo, fue él quién quién adaptó el poema musicalmente), Los Suaves, Mercedes Sosa, Bebe, Muchachito... No os pongo ninguna de ellas, os lo dejo a vuestra elección.

En cualquier caso espero que después de leer este poema, al menos os sintáis más cerca de vivir con la alegría de los hombres.

sábado, 13 de marzo de 2010

Un cazador cazado

Ha muerto Miguel Delibes. Un escritor que había nacido en 1920, como Benedetti y como mi abuela Julia.
Ha muerto el escritor favorito de mi padre. Cuando yo tenía unos 9 años vi rodando por casa El príncipe destronado, un libro que tenía dibujado un niño en la portada. Y me lo leí. ¿Que entendí yo en aquel libro? Me conmovían las cosas de Quico y me gustaba, no sé por qué, que se levantara a las 10 (me he acordado a menudo de ese detalle).

-Papá ¿por qué Miguel Delibes es tu escritor favorito?

- Ay hija, yo que sé. Porque sí, porque habla de la vida, de cosas sencillas que han pasado muchas veces. Y porque escribe bien.

Y así conocí a Delibes, al que volví a leer de adolescente, cuando en el colegio era lectura obligatoria El camino y mi amiga María y yo utilizábamos los nombres de los protagonistas del libro para hablar en clave de nuestros asuntos sentimentales.

"Yo he dicho a menudo que soy un cazador que escribe". Pero en fin, a veces también la muerte sale de caza.

lunes, 22 de febrero de 2010

(Mísero) Mensaje en la pared


La pared nos sorprende con más mensajes. En este caso: miseria bendecida.

La fotico es de nuestros amiguitos Bruno y su querida reflex. Mola que alguien más se anime a compartir nuevas entregas de esta curiosa biblioteca, ¡gracias!