lunes, 22 de junio de 2009

Aleaciones y bucles

A quién no le pasa... da igual el momento, el lugar o cualquier circunstancia, eso es accesorio... cuando la cabeza activa el reproductor aleatorio no se puede luchar contra eso. Y lo mejor es cuando le da por el modo bucle y la misma frase se repite una y otra vez hasta la suciedad.

Así que os propongo lo siguienete: cuando os pase, dejadlo caer por aquí. ¡Participa y harás sonreir a una niña! :)

Empecemos...



"Parece mentira pero es verdad... nada es imposible, aunque tú no lo creas, aunque tú no lo veas..."

domingo, 14 de junio de 2009

Eco y Narciso

Qué cosa más maravillosa es la mitología griega. Nunca me canso de ella, como me pasa a lo mejor con Martes y Trece o con La chica del puente, entre otras cosas...

De mi época de bachillerato (clásico, of course), recuerdo especialmente el mito de Eco y Narciso, que narro a continuación tomando como base la versión de Robert Graves.

Eco y Narciso, J. W. Waterhouse.


Eco y Narciso


Cuando Narciso nació, un vidente le dijo a su madre que viviría muchos años a condición de que nunca se conociera a sí mismo. Cualquiera podía haberse enamorado justificadamente de Narciso, pero él sentía un obstinado orgullo de su propia belleza, por lo que rechazaba a todos sus amantes.

Entre ellos estaba la ninfa Eco, que ya no podía hacer uso de su voz excepto para repetir lo que otros decían, como castigo por haber estado entreteniendo a Hera con largos relatos mientras las concubinas de Zeus, las ninfas de la montaña, huían de ella. Un día en que Narciso salió a cazar, Eco le siguió de cerca por el bosque deseando hablarle, pero fue incapaz de iniciar la conversación. Finalmente Narciso, viendo que se había alejado de sus compañeros, gritó:

- ¿Hay alguien por aquí?

- ¡Aquí! -respondió Eco.

- ¡Ven!

- ¡Ven!

- ¿Porqué me evitas?

- ¿Porqué me evitas?

- ¡Juntémonos aquí!

- ¡Juntémonos aquí! -repitió Eco y salió corriendo alegremente del lugar en que se ocultaba para abrazar a Narciso. Pero él la apartó bruscamente y se alejó.


Narciso se había marchado y ella pasó el resto de su vida en cañadas solitarias, consumiéndose de amor y mortificada, hasta que sólo quedó su voz.

La voz deEco todavía habita en montañas y cuevas, destinada a repetir lo que otros dicen para la eternidad.

En cuanto a él, ya sabemos que finalmente por avatares de la vida acabó descubriendo su rostro reflejado en el río y se quedó embelesado hasta que murió. Y en la orilla del río, los dioses hicieron crecer una flor que hoy en día conocemos como "narciso".