martes, 26 de mayo de 2009

¿Escuchas pop porque estás triste? (V)

No he podido evitarlo... Así que después de mucho tiempo, aquí va otra entrega.

Esta vez es el turno de Nudozurdo, un grupo que hace canciones muy poéticas, pero oscuras y con un toque al más puro estilo de los ochenta.



Voilà. Enlace a una de sus canciones, Mil espejos, y letra.









Mil espejos



Trepa por mi cuerpo y dame de comer,



dime que estoy muerto,



que no nos pueden ver.



Haz un ruido en mi alma,



déjate vencer,



ahora hay nieve en tus manos



y en tu voz ya no hay dolor.





Y aunque estés muy equivocada



y aunque tú ya no estés,



en mi cuerpo hay mil espejos



donde yo ... por donde yo te puedo ver...



por donde yo te puedo ver...





Cuando nadie era nada,



cuando el ruido era vital,



cuando un beso era un juego,



cuando el juego era matar,



cuando era muy sencillo



y podías distinguir,



cuando en tu cuerpo había nidos



que yo podía destruir,



cuando intuías algo sucio



imposible de explicar,



cuando tus ojos preguntaban estamos...



donde queríamos estar estamos...



donde queríamos estar.

jueves, 21 de mayo de 2009

Que por mayo era, por mayo...

Cuántas veces me he repetido esto en todos los meses de mayo de mi vida. Así comienza el Romance del prisionero, que me sé a trozos. Y a veces, con un poco de suerte, ocurre que dices en voz alta "que por mayo era, por mayo" y alguien te sigue. Pero claro, esto no sucede a menudo.

Me trae recuerdos de infancia el romancero. Había por mi casa un libro con muchos años ya, en el que venían este romance, el del Conde Arnaldos (me encantaba cantarlo cuando era pequeñilla) o el del Enamorado y la Muerte. Éste último ya lo dejaré caer por aquí más adelante, que merece la pena.

Pero de momento, estamos en mayo.




Romance del prisionero


Que por mayo era por mayo,

cuando hace la calor,

cuando los trigos encañan

y están los campos en flor;

cuando canta la calandria

y responde el ruiseñor;

cuando los enamorados

van a servir al amor;

sino yo, triste, cuitado,

que vivo en esta prisión,

que ni sé cuándo es de día,

ni cuándo las noches son,

sino por una avecilla

que me cantaba al albor.

Matómela un ballestero;

déle Dios mal galardón.

lunes, 18 de mayo de 2009

Porque te escondes dulce en el orgullo

Por si no te habías enterado, ha muerto Mario Benedetti, que nació unos pocos días antes que mi abuela Julia. Y al que descubrí de verdad hace bastantes años ya, aunque parezca que fue ayer, cuando un buen amigo me regaló porque sí Gracias por el fuego. No lo pasé bien del todo leyendo el libro porque la frustración de Ramón Budiño, su protagonista, te contagia su desazón contínua y su agonía. Pero me gustó mucho leerlo, pese a todo.



Pero además están sus poemas, que pueden llegar a conmover hasta la médula. Muchos de ellos han sido cantados por Serrat, entre otros. Y también algunos de ellos fueron popularizados por la película El lado oscuro del corazón.
Seguro que lo conocéis, a Benedetti. Aun así, por si acaso y porque me apetece, adorno mi blog con uno de sus poemas.

Corazón coraza


Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza


porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro


porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.